La implantología monofásica está ganando fuerza a pasos agigantados, especialmente desde la aparición de la técnica “Strategic Implant®”, con la cual, mediante la utilización de implantes basales, tenemos la posibilidad de tratar a pacientes con atrofias óseas masivas, sin solución mediante la implantología convencional.
El uso de estos implantes con el pilar integrado requiere la ferulización inmediata de los mismos mediante una prótesis provisional o definitiva.
En las técnicas de implantología estratégica, la ferulización es obligatoria. Tenemos la necesidad de unir entre sí los implantes recién colocados para conseguir las mayores cotas posibles de estabilidad y rigidez de la estructura, con el fin de minimizar los micromovimientos, con el objetivo de lograr una correcta integración ósea.
Fabricar un provisional de resina para dicha ferulización no es la mejor opción, debido a la diferencia entre los módulos elásticos del provisional y los implantes.
Además, con provisionales de resina debemos contar con la posibilidad de fractura o descementado del provisional, que podrían comprometer la estabilidad del tratamiento.
Lo idóneo sería colocar una prótesis definitiva híbrida o de metal-cerámica (rígida) a la semana de la intervención con implantes y/o a los tres días si utilizamos implantes estratégicos.