Usar un vocabulario adecuado, “no atemorizador”, apropiado para la edad del paciente, uso de anestésicos tópicos, una técnica de inyección correcta, uso de analgesia con óxido nitroso y oxígeno, y técnicas de manejo conductual, pueden ayudar al paciente a tener una experiencia positiva durante la administración del anestésico local.
El odontopediatra debe permanecer atento a la dosis (basado en el peso del niño) para minimizar las posibilidades de intoxicación o de prolongar la duración de la anestesia, ya que se puede provocar una lesión accidental en los labios o la lengua.
El conocimiento de las estructuras anatómicas y de la neuroanatomía de la cabeza y el cuello permite una correcta aplicación de la solución anestésica, y ayuda a minimizar las complicaciones (por ejemplo hematomas, trismus, inyección intravascular).
En este video se va a realizar una técnica de anestesia a un paciente infantil, mostrando aspectos a considerar en este tipo de pacientes, tanto por la técnica como por el manejo de la conducta.