Este procedimiento induce un flujo de células madre desde la papila apical hacia el interior del conducto radicular, con el objetivo de impulsar una regeneración de tejido similar
a la pulpa.
De esta manera, se produce la resolución del dolor, inflamación y curación de la lesión periapical, a la vez que induce el aumento de la longitud y grosor radiculares (maturogénesis), mejorando la resistencia de la raíz.
Hoy en día surge un nuevo concepto a partir de la denominada Medicina Regenerativa, la cual promueve la restauración del órgano o tejido dañado: la Regeneración Pulpar.