Hay evidencia científica sobre la relación entre estrés, bruxismo y desorden articular temporomandibular.
El bruxismo es capaz de producir o acentuar, por sobrecarga, pérdida o fractura del esmalte, enfermedad periodontal, hipertrofia y dolor muscular masticatorio y enfermedades de las articulaciones que unen la mandíbula al cráneo. Hoy hablaremos de estas últimas, en qué consisten, porqué se producen, cómo se diagnostican y cómo las tratamos.
La mandíbula se relaciona con el cráneo a través de cuatro articulaciones. En el origen de la luxación discocondilar está la genética, el estrés y el bruxismo. El diagnóstico es clínico y el tratamiento pasa por restablecer una función mandibular correcta, la relajación y la fisioterapia.
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